Grabación efectuada en los estudios "Lo Pacín" de Romainville (Francia), en el "Arrayán Estudio", "Estudios Triana" y "Estudios Celis" de Santiago de Chile, se comenzó a grabar en 2011 y se terminó en agosto de 2013.

La carta
(Versión 2012 con Camila Moreno)

Pájaros de fuego
(con Álvaro Henríquez)

El cigarrito
(con Manuel García)

La mariposa
(con Alfonso Pacín)

Los que se quedaron
(con Chancho en Piedra)

La canción
(con Carlos Cabezas)

Las obreras
(Versión 2012 con Colombina Parra y Hernán Edwards)

El sombrero
(con Osvaldo Torres)

Acalanto para Helena
(con Ana Tijoux)

Lluvia de Pasto
(con Leo Yépez)

Círculos viciosos
(con Alfonso Pacín)

Zorro, Zorrico y Zorrón
(con Mauricio Redolés)

Soñadores o ilusionistas
(con Ramuntcho Matta)

Eduardo Carrasco
Carlos Quezada
Hernán Gómez
Rubén Escudero
Hugo Lagos
Guillermo García
Ricardo Venegas (Farzán)
Ismael Oddó
Sebastián Quezada
Ricardo Venegas (Caíto)
Fernando Carrasco (Huaso)

Quirino Ríos

(Producción Musical en "Las obreras")

Alfonso Pacín

(Ingeniero de Sonido Francia)

Eduardo Vergara
Jorge Fortune
Misha Celis
Claudius Rieth

(Ingenieros de Sonido Chile)

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Que un artista incursione en la música de otros músicos o que otros músicos incursionen en nuestras propias creaciones es una aventura fascinante. Es como el cruce de dos conductores eléctricos, cuya interacción hace saltar chispas hacia todos lados. Del cruce sale una música inesperada, completamente sorprendente, que no es una, ni es otra, sino una nueva que tiene mucho de sus músicas componentes, pero que se abre hacia nuevos sonidos y expresiones.

Aquí se trató de llevar a cabo esta experiencia. El Quilapayún, que ya ha hecho su camino en la música nacional, y músicos que vinieron después y cuyas fuentes de inspiración fueron diferentes a las que caracterizaron históricamente a este grupo, se dispusieron a hacer la síntesis de sus músicas para ver qué pasaba. Y lo que pasó es este disco, hecho de canciones cada vez nuevas, que volvieron una vez mas a encender nuestro entusiasmo.

Cada canción tiene su historia, habla de una amistad, de un reconocimiento, de un respeto mutuo por encima de los estilos diferentes y de una hermandad en la canción, que atraviesa las épocas y rompe los moldes para inventarse de nuevo.

Nuestros agradecimientos a los que nos acompañaron en este viaje. Este disco era necesario y es un gran honor que quienes han estado esta vez junto a nosotros hayan escrito todos bellas páginas en la historia de la música que más nos pertenece. Este disco es tan de ellos como nuestro.