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Quilapayún no se equivocó
FuentePeriódico: LA TERCERA Fecha5 Octubre 1998 PaísChile


Edición transcrita/traducida

Ex director Eduardo Carrasco vuelve a hablar de su grupo

El combativo sonido del conjunto regresa con una etiqueta multinacional. Diez discos, una compilación y una nueva producción el próximo año vienen, según ellos, "a recuperar parte de una memoria perdida en Chile.

Eduardo Carrasco no hablaba de Quilapayún desde que abandonó sus filas en 1988. El que fuera director de la histórica agrupación musical por dos décadas optó por quedarse en Chile ese año, mientras sus ex compañeros partían de vuelta a Francia a continuar con el grupo. Aunque el largo exilio había terminado, la mayoría de los músicos ya tenían demasiadas raíces echadas en el país galo y las cosas no se dieron para quedarse en Chile.

"Yo ya no estaba casado y mis hijos hicieron su propia familia. Era un momento en el que estaba solo y por eso me quedé" dice Carrasco hoy día, cuando su relación con el grupo y algunos conflictos que surgieron después ya se han apagado. "Es cierto que en un momento con Willy (Oddó, otro integrante del conjunto retirado en 1987, asesinado en 1991) pensamos que tal vez el conjunto había cumplido su rol, pero no creo en eso ahora. Me parece muy bueno que ellos sigan. Yo no hablaba del tema porque no quería cargar siempre con ese sello agrega el actualmente profesor de filosofía y director de la Escuela de Música de la SCD.

Ahora Carrasco aceptó revisar la historia del grupo luego de que la multinacional Warner Music acordara con Quilapayún reeditar en compacto diez de los 26 discos del conjunto, desde Por Vietnam (1967), hasta una compilación instrumental de 1993. Junto a eso, se editará un álbum doble de grandes éxitos, denominado Travesías, y se lanzará una nueva producción a comienzos de 1999, rompiendo con seis años de silencio discográfico.

Alaraca, El Sabio Loco, Caleuche y El Hombre de Hoy son algunas de las nuevas canciones. "Seguimos haciendo síntesis entre la tradición y la modernidad”, precisa desde Francia Rodolfo Parada, actual director de Quilapayún, en torno al que será el álbum 27 del grupo.

MEMORIA PERDIDA

Julio Numhauser y los hermanos Julio y Eduardo Carrasco fundaron Quilapayún en 1966. Vestidos de riguroso negro y comprometidos con "la expresión de la clase trabajadora", cultivaron música andina bajo la dirección artística de Víctor Jara, convirtiéndose en sexteto y en el grupo más emblemático de la Nueva Canción Chilena.

La exploración en ritmos latinoamericanos, el trabajo en obras de mayor envergadura -como la Cantata Santa María de Iquique- y la composición de temas políticamente contingentes -La Batea, Las Ollitas- fueron los sellos distintivos de Quilapayún. "Sería hipócrita decir que el arte político fue un error. Pero no nos equivocamos. Tal vez los equivocados fueron los que estaban fuera de ese proceso", dice Eduardo Carrasco en torno a las opciones de Quilapayún de entonces.

El golpe militar los sorprendió en una gira por Francia, y los dejó sin poder volver por 15 años. Allá Carrasco salió del escenario y tomó la dirección musical. "Los trabajos de esa época no se conocieron en Chile por la dictadura. Eso es lo más importante de la reedición", agrega.

En 1982 Quilapayún editó su álbum La Revolución y Las Estrellas (que quedó fuera de la compilación porque pertenece a un sello galo), cambiando sus opciones políticas y generando el rechazo de buena parte de sus ex camaradas: "Pusimos en primer plano la idea de la cultura, frente a lo anterior, donde aparecía la justicia y la dirección social como tema predominante. Nos dimos de que cuenta había que transformar el mundo desde el arte", recuerda.

Seis años después el grupo regresó a Chile, hizo una pequeña gira y volvió a París. Allá ha continuado su carrera, con recitales periódicos aunque sin un desarrollo discográfico parejo.

Los discos de Quilapayún de Warner saldrán al mercado el 30 de octubre con carátulas originales. Parada se ha acercado a EMI para que ese catálogo también vuelva a la calle. "El impulso histórico de donde nacieron se transformó" destaca Carrasco, "pero su regreso es un restablecimiento de parte de una memoria perdida en Chile”.

Jorge Leiva