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Una locura exuberante
FuenteRevista: ANÁLISIS Fecha6 Febrero 1989 PaísChile


Edición transcrita/traducida

QUILAPAYÚN EN CHILE

Así sintieron los siete integrantes del conjunto musical chileno su reencuentro con el público del sur del país y de Santiago.

La noche del miércoles del 1o. de la semana pasada llegaron más de ocho mil personas al Estadio Santa Laura, aunque no se jugaba ningún partido de fútbol. Asistieron para escuchar el primer recital masivo y al aire libre que el conjunto musical Quilapayún realizaba en Santiago. La espera fue larga: lo precedieron Keko Yunge y el grupo Congreso. Recién a la medianoche empezaron a sonar los acordes que se hicieron famosos en los primeros años de la década del 70 y otros más desconocidos también.

Volaron el domingo de vuelta a Francia, pero no para siempre: “Vendremos poco a poco, cada vez más para no perder lo que ganamos en Europa y para reinstalarnos en Chile de una manera natural", expresó el conjunto. El primer abrazo con el público chileno fue largo y extenso; en poco más de una semana los siete integrantes recorrieron Punta Arenas Puerto Montt, Valdivia, Temuco, Concepción, Valparaíso, San Antonio y Santiago. Rancagua tuvieron que saltarla porque la autoridad regional les negó el uso de un recinto deportivo para su concierto.

Aunque apenas tuvieron tiempo de desarmar las maletas, reconocen que este corto período fue una "locura exuberante". Y se fueron con la sensación de que siguen formando parte del paisaje musical chileno, a pesar de la ausencia de quince años que pesa sobre los Quilapayún. Mostraron con orgullo la evolución musical que se les vino encima en Europa y, aunque el público exigió en los conciertos sus canciones históricas, apreció sinceramente el cuantioso material nuevo. Es natural que así sucediera. Nuestras canciones tratan de Chile, con una mirada de chilenos sobre lo que nos ha tocado vivir. Las influencias, que reconoce nos, han enriquecido nuestro carácter nacional", expresé Eduardo Carrasco. el director del conjunto.

Pero están conscientes de que parte del público que los ha escuchado desde sus inicios se sorprendió al ver el concierto: “Es lógico que muchos no puedan asumir la renovación así como así; mal que mal hay un corte de quince años, sin conciertos y sin muchos de los discos que hemos sacado afuera", explicó Rodolfo Parada, uno de los integrantes. Y agregó: “Pero todo lo nuevo se abrirá paso Nuestra primera tapa respondía a un modelo cultural distinto, que ahora nos parece instrumentalizador del arte”. Nosotros pretendemos darle al arte lo que es del arte, sin que esto signifique arte por el arte

En las graderías y en la cancha del Santa Laura se veían muchas caras juveniles, pero asistieron también numerosos jóvenes de los años 70, que hoy tienen alrededor de 40 años. Uno de ellos comunicó: “Los Quila llegaron muy cambiados, y no es bueno porque confunde a los que hemos sido sus admiradores durante años” “Deberían de haber mantenido su línea porque están muy amarillos”. Pero las opiniones estuvieron divididas: “Me encantó este estilo nuevo porque incluyeron una gran variedad de instrumentos como el bajo electrónico y la percusión. No podían quedarse para siempre en las quenas y las zampoñas”, afirmó otro.

“Te recuerdo Amanda” y “La muralla” fueron las canciones más aplaudidas porque todo el público las pudo corear. Pero la más bailada fue “Free Nelson Mandela”, uno de sus temas nuevos. Parada expresó que una vez que estén más instalados en Chile lo nuevo y lo moderno alejarán cada vez más sus primeras canciones. “Aunque nosotros reivindicamos nuestro pasado, y por eso creamos un concierto que fundía nuestras dos etapas, pensamos que se van a imponer el mundo nuevo que mostramos a través de la ironía, los sueños, la imaginación, lo insólito y la elaboración musical”, indicó.

Patricio Wang, Ricardo Venegas, Carlos Quezada, Hernán Gómez, Hugo Lagos, Guillermo García y Rodolfo Parada se fueron a Francia contentos. En parte por el recibimiento de los más jóvenes que asistieron como curiosos a los conciertos y salieron convertidos en francos admiradores. Y también porque alcanzaron a votar en las elecciones del PPD.