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Quilapayún se sacude la protesta
FuentePeriódico: EL MERCURIO DE VALPARAÍSO Fecha16 Enero 1997 PaísChile


Edición transcrita/traducida

Tras ocho años de ausencia, el conjunto que subirá mañana y pasado al escenario del
Municipal viñamarino, intenta rescatar el tiempo perdido con un estilo renovado.

Volver siempre es un desafío, y así lo entienden los integrantes del ya legendario conjunto nacional "Quilapayún", que esta noche y la de mañana, se presentará en el Teatro Municipal de Viña del Mar, marcando su retorno a los escenarios nacionales luego de ocho años.

Durante esta prolongada, ausencia poco se supo de esta agrupación, una de las más beligerantes
-musicalmente claro está- en los años setenta, cuando sus canciones no dejaban pasar una a la derecha, y posteriormente, a los militares.

Con canciones como “La batea", “La muralla", "La plegaria del labrador", y otras tantas de este estilo, no era de extrañar que pasaran a la historia como uno de los símbolos de la canción de protesta chilena, cuestión de la que hoy tratan de sacudirse.

Por eso cuando se les consulta sobre la canción de protesta, casi a la defensiva, Rodolfo Parada responde que relacionar a Quilapayún sólo con estas composiciones "es reducir y minimizar el papel del conjunto en la cultura chilena”.

-Quilapayún ya no protesta

(Rodolfo Parada) Dada la situación concreta, Quilapayún responde y si hay que protestar se hace.
Estamos preocupados de tener una creación artística y poética, la que puede responder de miles de formas. Siempre hay motivos para protestar, pero sería bastante reductor considerar que seamos un grupo de protesta. Hay que verlo como un conjunto que ha hecho un esfuerzo y que se inscribe en el terreno de la cultura, independiente de que en un momento crítico nosotros optamos por ligarnos al proceso cívico a través de la canción, pero el empeño es de tipo cultural, de manera que vernos de ese modo es simplificarnos. Nos hemos renovado de manera natural.

-¿Cómo se renovó Quilapayún?

(Rodolfo Parada) En estos últimos años hemos renovado naturalmente nuestro discurso y nuestro sonido, en el concierto van a ver lo nuevo y lo viejo, las canciones más simbólicas. Latitudes, con sintetizadores, textos que tratan de ser más universalistas en su temática, un poco más íntimos. Los arreglos toman elementos de la tradición y tratamos de reestructurarlos para mostrar una creación original.

-¿Que papel juega ahora la canción de protesta?

(Patricio Wang) La canción de protesta es muy importante en la carrera de Quilapayún. Es responder de una forma creativa a los momentos que se vivían en Chile. Por supuesto hemos estado encasillados un poco con esta etiqueta de protesta; evidentemente Quilapayún ha protestado y seguirá protestando, pero no quiere decir que esa sea la labor fundamental. Desde un principio hemos tenido una carrera muy diversificada, con canciones de amor, privilegiando los textos poéticos y el trabajo de gran forma.

-Desde el alejamiento de Eduardo Carrasco y el regreso a Francia, ¿qué ha sido del grupo?

(Rodolfo Parada) Desde el 88 hemos hecho una carrera normal, con conciertos en Francia, con una producción discográfica el 93,
"Latitudes"; el circuito normal del artista. También hemos estado en el empeño de continuar con nuestro proyecto desde que el grupo se formó, es decir, a partir de la tradición musical de Chile y de Latinoamérica, tratar de modernizar y realizar una canción personaliza-da, con elementos nuestros. Eso lo hemos hecho desde nuestros orígenes, y de manera libre.

-¿Creen que van a llegar al público joven?

(Patricio Wang) Tenemos la esperanza de que así sea. El año 89 tuvimos una experiencia buena con los jóvenes. Hubo mucha gente joven que se acercó a nosotros.

(Rodolfo Parada) No hay ninguna garantía de que lo que estamos haciendo pueda gustar o no a las nuevas generaciones. Ese siempre es un desafío para cualquier artista. Lo que sí importa es que ese producto sea consecuente, honesto, coherente con nuestra historia.

Quilapayún es hoy Daniel Valladares, Guillermo García, Patrico Wang, Hugo Lagos, Rodolfo Parada, Hernán Gómez y Patricio Castillo.