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Treinta canciones, varios chistes y tres imitaciones
FuentePeriódico: LA ÉPOCA Fecha8 Octubre 1988 PaísChile


Edición transcrita/traducida

16 artistas en la celebración del Parque O’Higgins

Los artistas que participaron ayer en la tarde en la Fiesta por la reconciliación y la democracia realizada por el Comando por el No, le cantaron a todo, en lo más de treinta temas que se dejaron escuchar en el Parque O’Higgins. Fueron coreados muchos de ellos, gritados otros pocos, por lo menos tarareados todos. Le cantaron a la alegría, al pueblo unido, a la esperanza, a los pueblos latinoamericanos, al alma-corazón-y-pan, al vino, a los pelaos y a los guatones, a la libertad, y también al sol luminoso y poderoso.

Comenzaron temprano a subir al escenario. Los primeros fueron Fulano, Pipo Guzmán y Dekirusa, grupo que debió interrumpir su presentación después del primer tema.

El sol y la muchedumbre causaban estragos con desmayos y fatigas.

Sólo después que el conductor del espectáculo se aseguró que la gente despejara los primero lugares, la banda rock pudo continuar.

A esas alturas, el público ya había reído. Fue el Palta Meléndez quien contó chistes e imitó al Papa y al almirante Merino.

Imitación

Siguió Congreso, hablando del sol luminoso, del sol y la luna, y cantando y preguntando Dónde estarás. Continuó el Flaco Robles, con un breve imitación del general Pinochet.

-Chilenos y chilenas, les hablo del aeropuerto Pudahuel. Me voy pedaleando a Paraguay. Le envío un saludo a los compañeros políticos. No sé qué pasó, parece que nadie me quiere.

Apareció luego el vino y los pela'os y los guatones, en la voz de El Temucano.

En la actuación más larga de la tarde, casi media hora, Tito Fernández se dio tiempo para cantarle a la libertad (...es un río que nadie puede parar, a quienes han inventado nadar contra la corriente, al final son arrastrados por el torrente) y junto a su guitarrista, a expresar una esperanza (Y vendrá, sé que vendrá, el tiempo de las cosas hermosas se viene, sé que vendrá).

Cantando al sol como la cigarra apareció Cecilia Echenique, que luego llamó a Tati Penna para juntas interpretar Todo cambia.

Gervasio

Tal como en la concentración del primero en Panamericana, Gervasio fue uno de los más aplaudidos. Nuevamente retraso el inicio de su Alma, corazón y pan para responder con sus brazos en alto el grito de Gervasio, amigo, el pueblo está contigo. Tuvo que prolongar su actuación más de allá de Sólo le pido a Dios, que era su segunda y última canción.

Terminó con un medley de temas populares en las décadas del sesenta y setenta.

Osvaldo Díaz fue escueto. Un tema intenso y cantado por todos, el Himno de la alegría. Isabel Parra, que entre sus músicos tenía a un integrante de Inti-Illimani, comenzó con la "canción símbolo”, dijo, "de los chilenos y latinoamericanos: Gracias a la vida”.

Siguió con Los que mas quiero y terminó con una cueca: Los pueblos americanos.

Inti-Illimani tuvo un comienzo simbólico -sobre un tema instrumental se elevaron cientos de globos multicolores- y un término latino, cantándole a Simón, Bolivar, Simón.

Florcita Motuda, en lo habitual. Su ya tradicional banda presidencial, su subida al estrado principal, el popular Vals del No y ese tema tropical que afirma que nadie lo puede ver, que nadie lo quiere recibir.

Cerró Quilapayún, con una muralla desde la playa hasta el monte y desde el monte hasta la playa, y un pueblo unido, jamás será vencido entusiasta y gritado por todos. También por la joven señora rubia que detrás del escenario ondeaba la bandera de su partido, el Partido Nacional.

Hubo todo tipo de canciones en el parque O’Higgins: para bailar y para recordar.