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Quilapayún: Embajadores del Canto Popular
FuentePeriódico: TORONTO LATINO Fecha5 Marzo 1979 PaísCanadá


Edición transcrita/traducida

Jóvenes universitarios reunidos para hacer música y cantar. simpatizando con un ambiente interesado en las raíces folklóricas de la música Chilena. aparecen en público en penas populares organizadas por estudiantes. El 26 de Julio de 1965, deciden mantener el conjunto, conservar las barbas y adoptar un nombre apropiado tomado del lenguaje primitivo autóctono; QUILAPAYUN.

Desde entonces, en forma severamente profesional, el grupo ha desarrollado una tan intensa actividad musical, que su prestigio y popularidad alcanzan a todo el mundo.

Los países de America Latina están sometidos, en mayor o menor grado, a una fuerte dependencia exterior, incluso a nivel cultural. Desde hace algunos años, los artistas buscan en el folklore elementos para enfrentar esta penetración intelectual. En Chile particularmente, grupos importantes de músicos, cantantes y compositores echaron las bases de lo que pasaría a llamarse La Nueva Canción Chilena, que ha revolucionado la música popular.

Basándose en ritmos folklóricos e inspirados en la obra de investigación poética musical de Violeta Parra, cantante y compositora folklórica Chilena, se ha alcanzado una dimensión artística de gran envergadura musical y carácter popular. En esta cruzada cultural, junto a Víctor Jara, y Quilapayún, han participado también Angel e Isabel Parra, Rolando Alarcón, Patricio Mans, Tito Fernandez y los grupos Inti-Illimani, Aparcoa y Tiempo Nuevo.

En poco tiempo la Nueva Canción Chilena extendió su influencia mas allá de las fronteras del país, al mismo tiempo que adoptaba formas musicales, ritmos e instrumentos de otros países latinoamericanos.

Así, a los ritmos identificados como propios del folklore Chileno, fueron agregados otros, como la zamba, el joropo, el vals, • la guaracha, etc. que, si bien pertenecen a otros países. poseen una gran afinidad y semejanza con aquellos que forman la cultura musical de Chile; es decir, la cueca, la tonada, el cachimbo, la sirilla, el trote, etc.

Lo mismo ha sucedido con los instrumentos utilizados en el acompañamiento de las canciones. A la guitarra española, de gran popularidad y base de este nuevo movimiento, se sumaron el charango, la quena, la zampona, el bombo, la pandereta, y se adoptaron otros hasta ese momento desconocidos, como el Cuatro, Venezolano, el Tiple, Colombiano, el Bombo Legüero, Argentino, la Tumbadora, y el Bongo, Cubanos.

La experiencia muestra que el acercamiento cultural estrecha la amistad entre los pueblos latinoamericanos y que al reafirmar sus raíces, aparece como natural su mismo destino histórico.