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Quilapayún
FuenteRevista: DENUNCIA FechaMayo 1979 PaísUruguay


Edición transcrita/traducida


Unámonos como hermanos que nadie nos vencerá
si quieren esclavizarnos jamás lo podrán lograr
la tierra será de todos, también será nuestro el mar
justicia habrá para todos y habrá también libertad
luchemos por los derechos que todos deben tener
luchemos por lo que es nuestro de nadie más ha de ser

Cantata Popular Santa María de Iquique de Luis Advis

Con alegría y profunda convicción, los componentes del conjunto musical “Quilapayún” cantan la esperanza de su pueblo, el chileno, y la de todos los pueblos hermanos del continente, por un mundo mejor, lleno de justicia social para todos.

El golpe militar chileno los encontró en Francia. Eran embajadores culturales de su país recorriendo el mundo para dar a conocer la realidad que vivía el pueblo chileno en esos momentos. Luego, el exilio forzoso pero no el silencio. Como artistas populares que “aprendieron de su pueblo”, volcaron su compromiso social en una intensa tarea de denuncia de la dictadura militar chilena, con sus canciones, con su presencia alrededor del mundo. Y no sólo llevan el mensaje de su propio pueblo sino que América Latina emerge con toda su potencialidad y su urgencia de entre sus voces y guitarras. El exilio los ha comunicado con otras formas culturales con las que buscan enriquecer su propia manifestación artística. El regreso a la patria traerá otra tarea: la de síntesis de esta experiencia histórica que no sólo vive el pueblo chileno sino la de todos los pueblos latinoamericanos afectados por dictaduras militares y el oprobio de la dominación imperialista.

En una reciente gira por los Estados Unidos, “Denuncia” tomó contacto con ellos.

Denuncia: ¿Desde cuándo Uds. se encuentran fuera de Chile?

R: Cuando ocurrió el golpe en Chile, nosotros estábamos realizando una gira por Europa Habíamos sido nombrados embajadores culturales y como muchas otras personalidades chilenas, fuimos mandados al exterior a realizar un trabajo: dar al público internacional una fisión de lo que estaba pasando en Chile -un pueblo que estaba tratando de construir un país independiente, con justicia social y, por otra parte, las intenciones de los intereses monopólicos de derribar al gobierno de Salvador Allende. Teníamos que realizar una presentación en el “Olympia” de París y otra en Finlandia. Aprovechando estas presentaciones, extendimos la gira a otros países para poder cumplir con esa misión de embajadores culturales.

Estábamos en Francia cuando se produjo el golpe. Nuestra actuación en el “Olympia” era el 15 de setiembre y el 21 regresábamos a Chile. El acto que llevamos a cabo en el “Olympia” se convirtió en la primera manifestación antifascista y de solidaridad con el pueblo chileno en la que nosotros participamos.

Denuncia: ¿Nos pueden hablar de la nueva canción de protesta en América Latina? Su significación, sus creadores, su situación actual y sus perspectivas?

R: Nosotros vemos a América Latina como un continente nuevo que comienza a integrarse a toda estadía internacional, mundial. Y en el dominio de la cultura, hay muchas realizaciones que se encaminan en este siglo hacia esta integración. Hemos sido un continente tradicionalmente oprimido, sometido a los intereses económicos, políticos y culturales de los extranjeros. Y nosotros diríamos que estamos viviendo el período de la liberación de América Latina. En este sentido, las dictaduras militares aparecen como el último recurso para impedir esa liberación. Pero esta situación que nosotros vemos hoy día, en definitiva, no puede impedir que los pueblos se manifiesten y luchen por su independencia. En la literatura, en la pintura, la música se reflejan, especialmente: Julio Cortázar, Gabriel García Márquez, Mario Benedetti, Pablo Neruda, Guayasamín, Siqueiros, Rivera, Orozco, José Balmes, Graciela Barrios, son, hoy en día, algunas de esas expresiones de esta cultura de la liberación.

La música también tiene su expresión en este mismo sentido, y es acá (…) que, por una parte, tratan de demostrar una identidad latinoamericana y, por otra, tratan de expresar el sentimiento de los pueblos. En cada país, este movimiento de la canción popular se desarrolla de acuerdo a sus propias condiciones. Pero, cualesquiera que ellas sean (la canción popular), nosotros nos sentimos hermanados con ellas, con esas aspiraciones de un mismo futuro mejor para nuestros pueblos, con esa misma esperanza.

Atahualpa Yupanqui, Carlos Puebla, Violeta Parra, Señero, -en el camino de la nueva canción latinoamericana- y los cientos de artistas, creadores e intérpretes como Mercedes Sosa, César Isella, Quinteto Tiempo, Indio Juan, Tejada Gómez, Alfredo Zitarrosa, Daniel Viglietti, Numa Moraes, Silvio Rodríguez, Pablo Milanés -podríamos nombrar una infinidad- son los artistas latinoamericanos con quienes hoy nosotros nos sentimos plenamente identificados. Al hablar de la búsqueda de una identidad, es característico que la encontremos en las raíces mismas de nuestra cultura latinoamericana, la música indígena, la música criolla, la música, pudiéramos decir afro-americana, que son las tres fuentes que están nutriendo toda esta nueva canción popular latinoamericana. Es importante decir también que ésta es una música abierta hacia el mundo y que trata de enriquecerse son elementos musicales universales y, en este aspecto, ha sido muy importante, por ejemplo, el trabajo que han realizado músicos chilenos y cubanos, sobre todo, con músicos académicos, lo que sin duda le da una dimensión muy grande a la música popular.

Denuncia: El exilio, ¿cómo les afecta en su condición de intérpretes y compositores? ¿El alejamiento de su pueblo les dificulta la tarea de reflejar los sentimientos de ese pueblo?

R: Nosotros vivimos en el exilio como artistas populares, como artistas que nos hemos nutrido de nuestro propio pueblo, que hemos aprendido de nuestro pueblo, en primer lugar. Entonces, nosotros reivindicamos nuestro derecho a volver a nuestra patria, de vivir en la tierra que nos dio origen, en contacto con la gente que es la que nos dio la fuerza en nuestro trabajo creativo musical. Pero, en esta misma perspectiva de que hablábamos antes, de una música abierta hacia el mundo, nosotros creemos, que en este día, lejos de nuestra patria, hemos vivido y vivimos muchas experiencias que son muy importantes para la cultura de nuestro país, en general. Nosotros no vemos nuestra música popular como una cosa alejada de la cultura universal. Nuestra visión es de que nuestra música popular es un instrumento más, una manifestación específica, de esta gran sinfonía que es la cultura universal. Y nosotros, en estos días de exilio, estamos dispuestos al aprendizaje de nuestras propias experiencias a la integración de nuevos recursos, nuevos métodos, nuevas formas musicales que se encaminan a enriquecer este aspecto universal de nuestra música nacional. El sostenimiento de nuestras raíces es una cuestión de formación, de instrucción y de conciencia. Nosotros tenemos todos estos elementos sólidamente afirmados en nuestra personalidad. Y sobre esta base, nos sentimos libres para integrar elementos universales en nuestra música. Así, por ejemplo, hemos integrado instrumentos como el cello, el contrabajo, el piano, el glockenspiel. Próximamente haremos una obra que usa sintetizados. También, por ejemplo, del trabajo que realizamos con un músico académico chileno que se llama Gustavo Becerra, ha surgido una obra que usa la polifonía y, en fin, muchas otras cosas más. Lo importante es que todos estos elementos sean integrados a nuestra música desde una perspectiva internacional. Pero, son, en todo caso, factor de enriquecimiento, ya que nosotros nos sentimos parte integrante de nuestra cultura nacional. Nosotros siempre decimos que nuestro país hoy en dia es un cuerpo que tiene dos brazos -uno representa el interior y el otro, el exterior. Pues bien, debemos luchar por mantenerlos en constante relación e interacción; que ninguno de ellos se atrofie ni desfigure. Que las nuevas influencias que estamos recibiendo sean un aporte creativo que deberá ensamblarse con las creaciones, con el arte que sigue desarrollándose en Chile, a pesar de la represión.

Cuando regresemos, cuando estemos todos nuevamente juntos, debemos trabajar intensamente para lograr una síntesis, la mejor, de esa experiencia histórica chilena: el exilio y la resistencia.

Paz Cahen