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Con Víctor Jara, en un café de 18
FuenteRevista: MARCHA Fecha9 Enero 1970 PaísUruguay


Edición transcrita/traducida

DE pequeño me gustaba la música. La madre mía era una cantora en Chillán, donde yo nací. Y bueno, mi madre cantaba en todo tipo de fiestas en velorios, que tú sabes que allí se canta. Mi madre iba y arrastraba con el más chiquito.

(Estamos con Victor en un café de 18 desde hace 5 minutos. De aquí él irá a Canal 4 para un reportaje).

Yo era así... -nos dice y señala su estatura de entonces- , yo escuchaba y estaba al lado de ella que no podía dejar la guagua sola en la
casa. Esas vivencias se desarrollaron más tarde. En Casa siempre hubo una guitarra que era la de mi madre.

Cuando llegamos a la ciudad empecé a aprender mas guitarra. A los 20 años entré en un conjunto, "Cuncumén" dirigido por Margot Loyola. Estuve unos cuatro años con ellos. Viajamos a Estados Unidos.

(Hemos caminado unas cuadras desde la casa al almuerzo, desde el almuerzo al reportaje. Soy uno más que le oye protestar: ¡Cómo caminan los uruguayos!)

De allí me desarrollé más como intérprete y entendí lo que se llama folklore. Entendí que las cosas de mi madre tenían un valor popular enorme. Estaba fundido de que mi madre cantara en una fiesta, como de ver a mi padre trabajando la tierra con el arado. Ahora pienso que tiene que ser eso.

(Lo que cabe en la palabra folklore)

Es el arte del pueblo, dicen los científicos, Llámese música, artesanía, costumbres. Yo digo que lisa y llanamente es el alma del pueblo.

(Señor Jara, permiso, vea. el teatro y usted. ¿cómo fue?)

Fui invitado a ver una obra de teatro llamada Madre Coraje, cuando aun integraba el "Cuncumén". Fue como cuando vi anoche Fuenteovejuna. Esta fue fuerte porque la entiendo, aquello fue fuerte porque hizo brotar en mi algo que estaba oculto. Después yo fuí otra vez al teatro por iniciativa propia. Ingresé luego a la Escuela de Teatro de la Universidad de Chile, donde cursé cinco años. Egresé en 1962, como director de teatro.

(Entonces. en 1962, ¿el canto?).

No, nada. Me había retirado del Cuncumén por razones de estudio. Fui contratado en el ITUCE para ig obra Animas de día claro. Trabajé junto a Atahualpa del Cioppo en El círculo de tiza caucasiano. Hice una obra inglesa que allá se llamó La Maña (The knack..) y obtuve el premio de la crítica a la mejor dirección 1966. Trabajé como co-director en Marat Sade (66/67). Fui invitado luego por el British Council a Europa. A ver teatro. Entonces ya era cantante.

(Víctor Jara 67. Lo recuerdo en la Peña de los Parra. Tupida cabellera, anillos, ropa exótica. tez cobriza. Noche tras noche su nombre va ganando difusión).

Estuve en Estados Unidos dirigiendo La remolienda, obra de corte folklórico chileno. Le hice la música. Además di recitales en California.

(Un chileno en la corte del rey USA).

En California el ambiente era de particular riqueza por la efervescencia juvenil. Después de conocer Los Ángeles uno se explica por que nació allí una generación que se llamó hippie.

(¿Por qué?!)

Porque es tal la deshumanización del sistema. y las cosas que hacen que la vida sea dolorosa o bellamente humana, están ahí, en esa ciudad, absolutamente deshumanizadas o mecanizadas.

(En USA Jara protesta)

¡Síl... ¡era muy lindo!.. porque está ávida la juventud de Estados Unidos de lo que pasa en Latinoamérica.

(Valor de la herramienta)

La canción es un reflejo de todo lo que nos está pasando. Juega un papel vital, muy importante. Fidel dijo: la canción puede hacer más que un discurso.

(¿Más que un arma?)

Más que las armas no. La canción tiene que ayudar a concientizar y ayudar al proceso revolucionario. La canción puede ser un arma que se dispara a la voluntad de creer o a la voluntad de ver dónde se esta situado. ¿Cuáles son las conclusiones y el camino que se tomará? Eso es cosa de la realidad de cada país.

(Mirada al futuro político chileno)

¡Glorioso! El crecimiento del movimiento popular en Chile nos hace sentir muy cerca de un mundo de felicidad, de un gobierno maneado por la voluntad del pueblo, siempre que la bota del Pentágono, la CIA y sus afiliados nos permitan saborear ese triunfo.

(Las elecciones como vía)

Sí, por supuesto. Por las condiciones de mi país. Creo qua el pueblo debe estar capaz de manejar su propio destino, y cuando digo esto no me refiero sólo a mi país, sino que me refiero a una realidad común latinoamericana.

(Hace años: Jara en Uruguay)

¿Cuándo fue? No recuerdo... fue hace 7 u 8 años atrás... Yo era alumno del ITUCH. Dirigía una obra por primera vez: Parecido a la felicidad. Entonces en la escuela se constituyó una compañía que tomó esta obra en su repertorio para hacer una jira a Argentina y Uruguay. Actuamos en EI Galpón y descubrí Montevideo y la gente de Montevideo y: específicamente, la gente de El Galpón. Descubrí a Adela, a Juan, a Curi, a Atahualpa y a tantos otros. Más tarde vine por segunda vez ya siendo director del ITUCH. Venía dirigiendo para el Festival de Atlántida. (Animas de día claro). Ahora vengo como cantante. He grabado mucho, tengo editados 4 LP. Preparo dos nuevos: uno de ellos con canciones propias y otro con canciones latinoamericanas y música mía para guitarra.

(Jara habla ahora del conjunto Quilapayún)

"Quilapayún" tiene 4 años de existencia y ha ganado la admiración, el respeto y el amor del público que lo hace figurar como el conjunto de más jerarquía en Chile. "Quilapayún" también es un conjunto que canta comprometido por los cambios revolucionarios. Prácticamente tenían unos meses de vida cuando empezaron a trabajar conmigo. Entonces eran 4. Tres con barba. "Quilapayún" en mapuche, significa “tres barbas”. Hoy son 6: Eduardo Carrasco, Carios. Quezada, Patricio Castillo, Willy Oddó, Rodolfo Parada y Hernán Gómez. Nuestro compromiso con la revolución es un compromiso sin concesiones. El público que nos creó a nosotros ha sido y es: estudiantes. clase obrera y campesinado.

(Los cafés terminaron hace Jato. Jara ubica un taxi que lo llevará a ese canal cuyas ventanas no dejan ver nada hacia adentro, protegidas por madera como armaduras)

-Adiós. Víctor. Hasta la vuelta. "Quilapayún”

(El público uruguayo los aplaudió ya en días recientes. Remitámonos a.las palabras de Víctor:

-Yo digo lisa y llanamente que es el alma del pueblo).

Daniel Viglietti