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La canción chilena fue la gran ganadora del festival
FuentePeriódico: EL SIGLO Fecha15 Julio 1969 PaísChile


Edición transcrita/traducida

Los 12 compositores invitados al Festival con los diplomas otorgados a cada uno de ellos en sus manos, reciben los aplausos del público

Las ovaciones que premiaron a las decisiones del Jurado en relación a los premios del Primer Festival de la Nueva Canción Chilena, fueron el mejor tributo que recibieron los ganadores de este evento, finalizado el sábado pasado, bajo los auspicios de la Vicerrectoria de Comunicaciones de la U. Católica.

Y no hubieron rostros hoscos ni reclamos ni caras largas, entre los demás compositores, “como ocurre en los festivales que están cocinados”, según dijo un compositor. Por el contrario. Solo alegría y abrazos entre todos porque sin duda, que por sobre todo el gran ganador de este torneo fue, justamente, la canción chilena.

Víctor Jara: “Plegaria a un labrador” y Richard Rojas: “La Chilenera”, fueron los autores que con justicia obtuvieron el Premio de Honor del Festival. Sus canciones, defendidas por su autor y el Quilapayún, en el caso de Víctor, y por el trío Lonqui (Richard Rojas, Esther González y Rubén Cortés), están encuadradas al resultado de los foros en cuanto a lo que debe ser la nueva canción chilena.

UN LLENO IMPRESIONANTE

La última etapa del Festival se realizó en el Estadio Chile. Un lleno impresionante -según el administrador sólo se había llenado en forma similar para la pelea de Stevens con Bobby Valdez- daba un duro mentis a quienes afirman, sin base alguna, que el folklore y la música de nuestros compositores no tiene público. Dieciséis emisoras en cadena y el Canal 13 de TV transmitían todas las alternativas. Todo en un ambiente diferente, de cultura respeto por lo que cada artista realizaba, Martín Domínguez como uno de los compositores participantes, dijo “Todo es maravilloso”. Este festival se merece todo. Yo pienso que en otro festival, muchas canciones no podrían ser cantadas. La verdad con su mente de la moda, no las comprenderían, pero aquí todo es diferente”.

La alegría se reflejaba en los rostros de todos. Yo pensaba que vendrían unas 3 mil personas, comentaba Eduardo Valdez, una de las personas encargadas de la organización del Festival. Mientras tanto, René Largo miraba y animaba al público, sin ocultar la emoción a ver tantas personas unidas en la nueva canción chilena, en tanto Héctor Pavez comentaba a medio mundo los resultados extraordinarios del Festival.

EN LOS CAMARINES

En el escenario los grupos invitados bailaban cuecas y sirilas, o el Inti-Illimani hacía oir sus voces, la quena y el charango. Pero detrás, en los camarines, todo era una mezcla de nerviosismo, de concentración, conversaciones, etc., todo en un gran ambiente de camaradería. Más de alguno dijo al conversar con EL SIGLO, “Oye, no crees que los discjockeys deberían pegarse una vueltecita por estos lares para que vieran lo que ocurre con nuestras canciones”. Y la verdad que ese impresionante marco de público tenía felices a todos.

El pequeño mesón donde se vendía café, sandwichs y bebidas para los artistas no paraba. Alsino Fuentes y Orlando Muñoz (Amigo y río), junto a sus esposas, conversaban con el ex Cuatro de Chile, Ronnie Medel; Richard Rojas y Rubén Cortés.

Luego comenzó la presentación de las canciones, por estricto orden alfabético.

Una a una fueron saliendo temas bellos, la mayoría con un gran reflejo de situaciones que día a día golpean a trabajadores, campesinos y estudiantes.

Minutos antes, el Rector de la UC, Fernando Castillo Velasco, en simples palabras explicó el significado de este festival, que ojalá fuera el emerger de la Nueva Canción Chilena, esa que puede comunicar “la imagen de la alegría y del sufrimiento que nos son comunes”. Más adelante, se refirió a una avalancha de “ídolos” extranjeros. “Cuántos llegan hasta nosotros con tanta bulla, para cuando se van dejarnos más vacíos”.

De allí la importancia de este festival, que pese a la indiferencia de la gran mayoría de los órganos de información, logró impactar en miles y miles de personas, a través de todo el país, entregándonos un mensaje de calidad musical con canciones cuyas letras reflejan, en su mayoría, nuestra realidad social.

GANADORES Y CANCIONES

Dedico este triunfo a la clase obrera, al campesino, al estudiante y a la juventud chilena, dijo visiblemente emocionado Víctor Jara a EL SIGLO, luego que se le dio como ganador, junto a Richard Rojas, del Festival de la Nueva Canción Chilena.

Minutos antes todo había sido abrazos, alegría y varias lágrimas, Víctor con el QUILAPAYÚN y Richard Rojas con sus LONQUIS, se fundieron en un gran abrazo, mientras que los demás compositores, reflejando la inexistencia de egoísmos, trataban de unirse también a la emoción.

Richard por su parte también decía a EL SIGLO. “Todo es para el pueblo. A él se lo debo también todo. Nuestras canciones deben ser un arma para liberar y despertar conciencias. Al mismo tiempo tienen que ser bellas. Todo expresarlo con arte”.

Víctor agregaba: “Siento que este triunfo debe ser y será la punta de lanza que despertará a aquellos que tratan de silenciarnos, y privar al pueblo de lo que hoy necesit”.

Los dos intérpretes y compositores tuvieron que cantar nuevamente los temas al final, en medio de los aplausos del público.