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12 canciones para unas manos abiertas
FuentePeriódico: EL SIGLO Fecha23 Junio 1969 PaísChile


Edición transcrita/traducida

VÍCTOR JARA

CUESTA pillar a Víctor Jara para poder conversar con él. Siempre hay algo que este joven intérprete, compositor y director de teatro está realizando y que le impide dejar un rato para la prensa. Y claro, para él lo más importante es hacer cosas. “Cosas que a mí me gustan”, como el dijo. “Tengo un horario intenso. No sé de cuántas horas, pero que trato de cumplirlo responsablemente porque llo significa realizar actividades para mí muy importantes”.

Conversamos con él a principios de semana. Estaba contento porque su nuevo disco, “Pongo en tus manos abiertas”, se encontraba a punto de salir. Se trata de un Long Play, con doce hermosas canciones de contenido, editado por la Discoteca del Cantar Popular (DICAP) y el sello “JJ”. En él van incluidos temas que pertenecen al propio Jara, como también otros de autores americanos, entre los que figuran Daniel Viglietti (Uruguay), Rubén Ortiz (México) y una canción de pertenece a Pablo Neruda, creada para la puesta en escena de “Joaquín Murieta”.

-¿Qué significa para ti este nuevo disco?

-Una satisfacción muy grande porque sale en un momento muy significativo para la juventud, cual es este VI Congreso de los jóvenes comunistas. De allí que la confianza que este nuevo sello depositó en mi la he tratado de responder poniendo todo lo de mi parte en la grabación. En él van canciones que reflejan una situación social, vigentes para los países americanos, y que no habrían podido ser grabadas en otros sellos. De allí que yo vea en DICAP y en sello “JJ” una importancia enorme, no sólo por el hecho de que allí puedan grabarse canciones de contenido, sino que también será el sello que le dará la gran posibilidad a las nuevas generaciones de artistas que tienen algo que decirle al pueblo. Detrás de nosotros vienen muchos grupos con una fuerza incontrolable, el conjunto Inti-Illimani, por ejemplo, los que tendrán que ser acogidos por DICAP.

LA CANCIÓN PROTESTA
Víctor Jara confiesa que este disco no le ha motivado, eso sí, algo nuevo. “Siempre he cantado este tipo de canciones con las cuales me siento identificado”.

-Esas son canciones de Protesta. ¿Qué significa eso para ti?

-Me parece que la canción protesta es un compromiso absoluto con la realidad y que debe ser lanzada como el polem de una ideología. Uno no tiene compromiso si no adopta una posición ideológica en la vida, y la canción protesta es, fundamentalmente, comprometida. Me estoy refiriendo, naturalmente, a la canción protesta honesta, no a la que los sellos grabadores burgueses explotan como comercial y que tiene un contenido absurdo. Fundamentalmente la canción protesta no es un hecho comercial, sino una especie de revelación artística que debe topar al pueblo y quedarse en él.

-¿Debe su contenido, limitarse a la protesta?

-Creo que no se puede limitarse sólo a eso. La canción nace de un hecho que hay que analizarlo y sacar una conclusión de él, dándolo a conocer con una enseñanza de tal modo que sirva de guía. Protestar por protestar a través de una canción, sin señar caminos, es como un ataque de histeria que nunca va a formar conciencia.
Para este creador, la actitud que el asume en sus canciones es válida para todas las actitudes de su vida”. “Creo que tengo un compromiso con todo lo que hago. No sólo en el campo artístico, sino también en el plano familiar, en la vida cotidiana. De otra forma mi posición sería muy dudosa”.

CON SU GUITARRA, el compositor entrega sus canciones en un disco para el pueblo.

ARRAIGO CAMPESINO

Muchas de las canciones compuestas por Víctor Jara hablan del hombre del campo. Sus primeras inquietudes en el folklore se remontan al Conjunto Cuncumén del cual fue uno de sus integrantes.

-Ese arraigo, dice, se debe a que fui criado en el campo, dentro de la tradición campesina de la zona central donde mis padres eran trabajadores de la tierra. Hay un contacto inmediato con el campesino, porque ha sido parte de mi propia vida. Claro, luego la vida de uno empieza a extructurarse en otros caminos, pero quedan unas especies de canales por donde fluyen esos arraigos. A veces recuerdo cuando mi padre rastreaba los potreros y yo iba detrás, sobre la rastra, viendo como se realizaba el trabajo. Eso inspira algo, claro que madurado y en relación con las situaciones actuales de los campesinos haciendo nacer una canción.

Para Víctor Jara, toda composición tiene que tener una maduración. “Así como uno va madurando en la vida, debe ir madurando también en su creación. Creo que a veces se tiende a realizar las cosas fáciles y por allá se falla. “Habría que ser muy genio, en el campo de la composición musical para sacar una canción inmediatamente después de ocurrido un hecho importante”, enfatiza.

EL EMERGER DEL CANTO

Para el 11 y 12 de julio se anuncia la realización del Primer Festival de la Nueva Canción Chilena, al cual Víctor Jara está invitado para presentarse con una canción.

-¿Qué proyecciones le ves a este evento?

Puede, y ojalá que así sea, causar una revitalización de la música que cultivamos y que está ausente de todos los órganos de difusión de la música. Esta nueva etapa puede tener características similares a la ocurrida hace unos años atrás, pero ahora se sembrarían en un terreno que está en mejores condiciones de recibir por lo que significó la otra etapa, que de una u otra manera dejó algo en muchas personas.

Víctor Jara está optimista. “Eso que el folklore está muerto son puras pamplinas. He podido comprobar que hay miles y miles que gustan de la música folklórica. “eso está manifiesto en muchas partes, en casi todas las partes. Sería interesante que todas las personas que hablan de la muerte de nuestra música se dieran unas vueltitas por algunos lados y constataran el gusto de la gente. Sería una gran experiencia y de paso podrían ver que ellos son los que impiden que el folklore no suba retomando el gusto de las personas”.

JUNTO A EDUARDO CARRASCO, del Quilapayún. Jara graba una de las canciones del Long Play.

Jaime Chamorro Díaz