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En Lota reafirmamos nuestra línea junto al proletariado
FuentePeriódico: EL SIGLO Fecha29 Diciembre 1968 PaísChile


Edición transcrita/traducida

Desde hace muchos años los mineros de Lota y Schwager vienen celebrando el Día del Minero o Encuentro Minero, que tiene su origen cuando la presencia del líder y guía obrero, Luis Emilio Recabarren, agrupó en las trincheras de Playa Blanca a los mineros del carbón de entonces para darles su aliento en una larga lucha que mantenían por mejores condiciones de vida, y que al final, ganaron. A esta fiesta asistieron este año el Conjunto QUILAPAYÚN, invitados por los mineros, y son ellos quienes relataron a EL SIGLO como ésta presencia del líder obrero se mantiene viva allí y el carácter masivo de la fiesta (40 mil personas), es la muestra más elocuente de ellos.

Para los integrantes del QUILAPAYÚN, debido al snobismo, a la moda, y a la influencia de ciertos sectores sobre la divulgación del sentir popular, se identifica lo genuinamente popular con manifestaciones artísticas que no tienen carácter politico-social ni de clase, “que es justamente lo que posee la fiesta del minero”.

Así por ejemplo, para éste conjunto comprometido “a ciertas fiestas de contenido religioso se les atribuye un valor de expresión mucho mayor que a aquellos actos que posee la clase obrera revolucionaria, en los cuales se expresa como tal”. “Es así como nosotros consideramos que la celebración del día del minero es, tal vez, muchísimo más representativa que otro tipo de fiesta que se realiza en Chile, agregaron.

TRES DÍAS

El QUILAPAYÚN estuvo 3 días conviviendo con los trabajadores. “Allí adquirimos una experiencia que nos permitió darnos cuenta del desarrollo de la conciencia política de la clase obrera, a lo cual, generalmente, escapamos los artistas que poco nos hemos acercado a ella”, dijeron sus integrantes. Más adelante agregaron:

- Ello nos mostró que el camino seguido por EL QUILAPAYÚN es perfectamente justo y debiera ser el camino a seguir por todos los artistas que de una u otra manera están comprometidos con una idea revolucionaria Y aquí no nos referimos solamente a los artistas del canto folklórico, sino que también a los poetas, gente de teatro, etc.

Para este grupo de artistas que llegó a Lota, la vivencia al lado de la clase obrera significó un proceso de identificación que nació desde la primera actitud indiferente de los obreros frente al conjunto, hasta llegar a un sentimiento de unión e integración, de camaradería total y de un reconocimiento a la labor artística del Quilapayún.

Hernán Gómez, uno de sus integrantes, relató a EL SIGLO una anécdota que grafica en toda su extensión este proceso.

- Cuando llegamos una mañana al sitio de trabajo laboreo, en términos mineros - uno de los barreteros, tiznado y sucio por el polvillo y que a primera vista debe habernos encontrado cara de “apatronados”, dirigiéndose a nosotros dijo un tanto agresivo: “¿Qué vienen a hacer aquí estos huevones? Pero este mismo compañero, luego de una actuación en la Plaza de Lota, se acercó a nosotros junto a otros mineros que estaban con él en el pique y nos invitó a compartir un vaso de vino con él, como una muestra de afecto, derivado de un cambio de actitud que sufrió al darse cuenta de nuestra verdadera posición como artistas”.

LO LATENTE

El QUILAPAYÚN cuenta entre sus componentes a tres militantes comunistas: Eduardo Carrasco, Hernán Gómez y Rodolfo Parada.

- De nuestra presencia allí, dijeron, nosotros obtuvimos una experiencia partidaria que es justo destacar. Vimos de manera palpable, que de manera la lucha gremial conduce a un alto desarrollo de la conciencia política y de clase. Eso lo apreciamos en el contenido que rveistió la celebración del Día del Minero. El sentido revolucionario y de la conquista del poder por parte de la clase obrera es allí algo latente y de responsabilidad en cada uno de los mineros. Es así como estos trabajadores libraron, según nos contaron, una decisiva lucha contra el Grupo Móvil y otras fuerzas represivas, consideradas como tales por los mineros, para expulsarlos de allí.

Más adelante agregaron:

- Para nosotros, militantes y comunistas, es un orgullo y una confirmación de nuestras posiciones el hecho que el PC tenga la fuerza y el respaldo que se observa en los mineros de Lota y Schwager. Podríamos afirmar, sin temor a equivocarnos, que los mineros del carbón pertenecen todos a las huestes revolucionarias de vanguardia, por las experiencias que les han dado sus innumerables luchas. Tan sólo el valor que manifiestan al enfrentar el trabajo cotidiano -trabajo que implica peligro de muerte constante- es la prueba más palpable de ello, y es un motivo para que nosotros, también comprometidas con una línea revolucionaria, tengamos plena confianza en ellos.

CODO A CODO

Las cinco actuaciones que EL QUILAPAYÚN realizó en Lota y Coronel, les permitió convivir codo a codo con los mineros del carbón, quienes se sintieron netamente interpretados con las canciones del Conjunto. “Nos daban la mano, nos detenían a cada instante, en fin, de mil maneras querían demostrarnos su aprecio y su amistad. Igual cosa sucedió con Víctor Jara, quien se robó la película con sus canciones picarescas”, dijeron.

Finalmente quisieron reafirmar una vez más “cómo la clase obrera toma nuestras canciones y las asimila. Esto nos obliga a exigir de todos los artistas que tomen la vía del acercamiento al proletariado y del aprender del pueblo que nosotros hemos tomado. Son experiencias que nos conducirán a un apresuramiento del proceso revolucionario chileno. Queremos además, agradecer al pueblo de Lota y Schwager, y en especial a los dirigentes del carbón, la excelente acogida que nos brindaron y la enseñanza política y de clase que nos dieron”.