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Miembros de Quilapayún, Los Bunkers e Inti lanzan el himno de la pandemia
FuentePeriódico: LA TERCERA Fecha19 Mayo 2020 PaísChile


Edición transcrita/traducida

En Corona blues Eduardo Carrasco canta sobre encierro, muerte y plagas bíblicas. Un hit rockero grabado a distancia junto a diversos invitados y a punta de celulares.

Eduardo Carrasco (79) no esta cómodo con la incertidumbre ambiental ni con el encierro obligado, al que considera "sumamente nocivo" Para el fundador v director de Quilapayún, formar parte del grupo etario de riesgo "es una situación sumamente inconfortable" y no hay un lado luminoso en esta pandemia. Lo deja claro en el coro de su última composición: "Escribo esta canción de mierda, canción que no debió existir / La escribo sin pasión porque esa es mi misión: cantar cuando se acaba el mundo".

"Es una canción sincera, porque la verdad es que uno no hubiera querido hacer una canción como esta", dice el músico sobre Corona blues, un tema derechamente rockero, furioso y reflexivo a la vez, donde une imágenes en torno a la muerte, las plagas bíblicas, las calles desiertas y el rol de los artistas en medio del Apocalipsis. Una nueva muestra de la amplitud estilística que el autor va había demostrado en su disco solista Carrasco 2 (2018).

En el sencillo y su videoclip -ambos se lanzan hoy - participaron ilustres colegas de la escena local, desde compañeros de Quilapayún hasta los ex Los Bunkers Francisco y Mauricio Durán, desde México. El resultado es lo más parecido a un himno colectivo que ha surgido en Chile durante la pandemia, aunque su mensaje no es precisamente edificante ni cercano a la moral Color esperanza. Como dice su estribillo, "es una canción de mierda, esa es la verdad. Pero bueno, había que hacerla", explica su creador.

Siguiendo la formula de Carrasco 2, el músico escribió la letra y su colega Fernando Ju-lio, de Inti-Illimani Histórico, se encargó de la música y producción. De éste último fue la idea de convertir el texto en un blues eléctrico tipo Rolling Stones y sumar a un variado ramillete de instrumentistas, que además de los Durán en las guitarras incluye a su compañero de grupo Danilo Donoso en la batería y a Caíto Venegas de Quilapayún en el bajo.

Un dream team del cancionero chileno para dar forma a una suerte de nuevo subgénero musical: el rock pandémico. Así como hace seis meses Ana Tijoux timbraba el himno del estallido social llevando el cacerolazo a Spotify, Corona blues, trabajada por separado y con los medios a la mano, sintetiza en su forma y fondo la nueva realidad que impuso el Covid-19. "Todo está hecho con los medios más rudimentarios y caseros que te puedas imaginar", explica Carrasco, quien grabo sus segmentos vocales usando las notas de voz del celular.

"Cuando Fernando nos contó sobre el provecto con mi hermano dijimos que sí al tiro, por el gusto de poder trabajar con Eduardo, con quien no habíamos tenido la oportunidad de hacer algo juntos y para nosotros es un referente muy importante", complementa Mauricio Durán desde México. "Con Fernando (Julio) fuimos compañeros de colegio en Concepción, aprendimos a tocar guitarra juntos cuando teníamos diez años, así que volver a encontrarse para hacer algo así está mortal".

Según su autor, Corona blues es la primera entrega de una serie de lanzamientos que planea para estos meses. De hecho, ya hay un nuevo tema en camino, esta vez dedicado a los niños. "Sacar canciones es lo único que nos puede salvar, es un excelente remedio para no tirarse por el balcón". dice Carrasco, quien concibió su último single con una imagen en la mente: la de los músicos del Titanic que siguen tocando mientras el barco se hunde. "El músico tiene que cantar, no puede hacer otra cosa, para eso está en este mundo”.

Tal como en su último disco solista, Carrasco trabajó la canción junto a su colega Fernando Julio.

Francisco y Mauricio Durán aportaron guitarras desde México. "Eduardo es un referente muy importante", dicen.

Andrés del Real