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Regreso a escena desde el exilio para Quilapayún
FuentePeriódico: LIBÉRATION Fecha30 Septiembre 2005 PaísFrancia


Edición transcrita/traducida

Mundo. Este grupo emblemático de la resistencia chilena a la dictadura celebra sus 40 años con una gira por Francia.

Quilapayún e Inti-Illimani Esta noche en el Trianon, 80, boulevard de Rochechouart, París XVIII (entradas agotadas). Mañana en Saint-Yorre (Allier). Quilapayún solo el 22 de octubre en Mont-de-Marsan (Landas).

Este año, Quilapayún celebra sus 40 años con una gira junto a su grupo hermano Inti-Illimani. Durante la dictadura, los primeros estuvieron exiliados en Francia y los segundos en Italia. En 1965, en Santiago de Chile, los hermanos Julio y Eduardo Carrasco y Julio Numhauser crean un trío que bautizan Quilapayún, “los tres barbudos” en mapuche, la lengua de los indígenas del norte de Chile. «En esa época —recuerda Carlos Quezada, quien se unió al grupo en 1966— llevar barba y el pelo largo rozaba la provocación. Queríamos dar a conocer la tradición del norte del país con las quenas, el charango, una música desconocida en la capital, donde la cultura indígena era silenciada. El folclore que sí era aceptado era la tonada, que celebraba de forma cursi la belleza del paisaje y la vida rural.»

En la efervescencia cultural que acompañó la llegada de la izquierda al poder en 1970, Quilapayún desempeñó un papel clave, especialmente acompañando a Víctor Jara, cantante comprometido que se transformó en símbolo tras su trágica muerte después del golpe de Estado. Ese 11 de septiembre de 1973, el grupo no estaba en Chile, lo que quizás les salvó la vida. Hernán Gómez, miembro del grupo desde 1968, rememora: «Habíamos trabajado mucho y habríamos querido descansar. Pero teníamos compromisos para la gira en Francia, con fechas importantes: la Fiesta de L’Humanité el 9 de septiembre, el Olympia el 15... Así que nos fuimos.» La noticia del golpe los tomó por sorpresa. En los días siguientes, durante un concierto en Colombes (Hauts-de-Seine), el alcalde comunista les ofreció alojamiento. Un mes más tarde, sus familias se reunieron con ellos. El grupo rendiría homenaje a “su” ciudad con la emotiva Vals de Colombes.

Durante quince años, Quilapayún llevó por Europa el mensaje del Chile que resistía a la dictadura. En 1988, su regreso al país para la campaña del plebiscito que marcaría el retorno a la democracia fue un acontecimiento mayor. Algunos decidieron quedarse, otros regresaron a Francia. A pesar de una crisis interna que terminó en los tribunales, la mayoría de los miembros históricos volvió a formar Quilapayún en 2003, en torno a Eduardo Carrasco, para un concierto en Santiago conmemorando los treinta años de la muerte de Allende. Una nueva generación se ha integrado al grupo: los hijos de Carlos Quezada y de Willy Oddó, fallecido en 1992. Su hijo, Ismael, explica: «En Chile, nuestro público actual es joven; incluso hemos colaborado con Chancho en Piedra, uno de los grupos de rock más populares del país.»

Para miles de pequeños franceses de los años 70 y 80, ver a Quilapayún en el escenario de una MJC (casa de la cultura) de barrio o en un teatro municipal fue su primer concierto en la vida. El vínculo afectivo parece haberse mantenido: esta noche, el Trianon cuelga el cartel de entradas agotadas.

François-Xavier Gomez