Es en la sala del Trianon (París, distrito 18) donde Quilapayún ha elegido celebrar sus 40 años de carrera. Estos chilenos, pioneros de la música del mundo (world music), siempre han sido considerados como un símbolo de la lucha contra la dictadura de Pinochet. Condenados al exilio en 1973 tras la ejecución de un allegado —poeta y músico—, se refugiaron en Francia, convirtiéndose en habituales de la Fête de l’Humanité. Desde entonces, pudieron difundir su mensaje por todo el mundo, una mezcla de textos comprometidos y música tradicional. Convertidos en estrellas en Chile, celebraron su aniversario allí ante dos generaciones de admiradores, tal como lo harán esta noche en París, donde la carta de la nostalgia sin duda surtirá efecto.

Popularidad Su eslogan, “El pueblo unido jamás será vencido”, era sistemáticamente coreado en las manifestaciones organizadas bajo la presidencia de Giscard. La popularidad del grupo chileno disminuyó tras la elección de Mitterrand.

Recorte de Prensa

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